Donald Trump ganó por amplísimo margen las elecciones presidenciales, posee mayoría en el Senado, en la Cámara de Representantes y en la Corte Suprema de Justicia, existe una mayoría de jueces conservadores.
En otras palabras, tiene el camino expedito para llevar adelante una agenda conservadora enfocada en la defensa de los valores tradicionales de la familia, la iglesia, la Libertad y la Democracia.
De seguro aplicará niveles de proteccionismo, que según el concepto conservador, genera crecimiento económico, puestos de trabajo y recaudación fiscal, sin lugar a dudas, para abatir el déficit fiscal y la consiguiente inflación.
De la misma manera que el progresismo y las autocracias defienden una agenda de Gobernanza Global, basada en un pensamiento y plan único, al estilo de la Agenda 2030, los conservadores encabezados por Trump apuestan por concederle más poder al nacionalismo, los derechos individuales y la autonomía de los Estados, de ahí su tajante determinación de" América para los americanos".
Aunque ha prometido retirarle el apoyo económico a Ucrania en su defensa contra la invasión rusa, es de esperarse desarrolle una posición frontal contra las autocracias, incluída las del hemisferio occidental: Nicaragua, Venezuela y en especial Cuba.
En el contexto de la guerra fría, la consolidación del bloque de países comunistas entorno al CAME y al Pacto de Varsovia, así como de la existencia de una multitud de partidos comunistas y socialista en el mundo, apareció el también líder conservador Ronald Reagan proponiéndose una respuesta subsanadora a la expansión física y a la de una narrativa ajena a los derechos humanos, la democracia y la libertad.
En la actualidad hace su irrupción Trump, esta vez contra un conglomerado de autocracias sustitutas del bloque soviético, incluídas las múltiples potencias emergentes iliberales regionales, que articulan un discurso y praxis ajenos a los valores y actitudes democráticas, suelen tener unos presupuesto militares cada vez más abultados y se proponen sin descanso aumentar sus áreas de influencia.
La invasión rusa a Ucrania y la anexión de aproximadamente el 20 % de su territorio, así como la amenazade China de tomar por la fuerza a Taiwán, son ejemplos elocuentes de la gravedad de la situación.
No se puede descartar la existencia en un breve plazo de una tercera guerra mundial con el agravante del uso de armas nucleares.
Lamentablemente, se ha venido produciendo una polarización muy difícil de resolver a través del diálogo, es básicamente confrontacional.
Se apela a la inteligencia, la firme determinación y a la creación de una sabia estrategia que tenga en su centro al ser humano.