En Camajuaní, el servicio del preciado líquido es cada 4 días, a la 2 pm pusieron el suministro pero se cayó la presión a los 15 minutos.
Resulta que la principal motobomba de abasto está rota, en un taller de la Habana, a 300 kilómetros de distancia, hace más de un mes.
Tampoco hay disponibles motobombas en paralelo a la espera de entrar en funcionamiento, eso es ciencia ficción.
De los apagones y la recogida de basura ni hablar. El desabastecimiento y precios del mercado de comida aumenta todos los días, la agricultura no responde por múltiples razones.
Estos cuatro aspectos son un símil de los cuatro Jinetes del Apocalipsis del libro Revelaciones.
Los operadores socialistas siguen errando al pretender resolver el acceso a la alimentación de la población con controles de precios: 130 pesos cubanos por libra de arroz, mientras que en el mercado negro se vende a 250 pesos cubanos (unos 11 dólares la libra de arrroz, o sea, 22 dolares el kilo de arroz!), 17 la calabaza, 20 la yuca.
Los campesinos y los comercializadores se sienten robados a punta de pistola, no sembrarán.
Anoche tocaron calderos y gritaron consignas reivindicativas y anti sistémicas por los cortes de electricidad prolongados y sistemáticos en el reparto Minerva, Los Edificios, Camajuaní.
Los pobladores están en ascuas, el ejercicio de este método de protesta llegó para quedarse.
La recogida de basura, uno de los cuatro Jinetes del Apocalipsis, sigue de mal en peor.
Hay que añadir otro Jinete... más, los servicios médicos y el abastecimiento de medicinas. Se ha producido una privatización de facto del sector, con el agravante de precios estratosféricos.