En el reparto Minerva, también conocido como "Los Edificios", Camajuaní, tocaron calderos y gritaron consignas de desaprobación y anti-sistémicas muchos pobladores el domingo en la noche debido a los prolongados y reiterados cortes de electricidad.
Como telón de fondo está la crisis sistémica que afecta todos los ámbitos de la vida del cubano de a pie.
Se observó pasar a integrantes de las innobles brigadas de respuesta rápida machete en mano para el lugar, al parecer no actuaron por la masividad y dispersión de los protestantes en muchos edificios, de seguro se sintieron desmoralizados, ellos en alguna medida sufren las mismas penurias.
Por otra parte, en Yaguajay los alumbrones son de unas 4 horas diarias, a todos no les toca el mismo rigor, existe discriminación distributiva, los potenciales protestantes los afectan menos.
Los pobladores contrarrestan tocando congas, o sea, con un toque de folclor, sustrayéndose mentalmente de la asfixia, pero al siguiente día nadie envía sus hijos a la escuela, hacen resistencia pasiva al gobierno y sus erráticas políticas.
Este fenómeno del toque de cazuela desde el lugar sagrado de la vivienda, cobra fuerza, es instintivo, y resulta más difícil de reprimir que otros métodos. Las madres están a la delantera en dicha práctica.