La expulsión de la profesora Alina Bárbara López Hernández de la UNEAC, el 12 de septiembre pasado, "acusada de realizar actividades contra la revolución y criticar a la alta dirigencia del país", así como la renuncia del escritor y humorista Jorge Fernández Era de dicha organización, en solidaridad con la víctima, crearon un ambiente de tensión y división dentro de la corporación oficialista, este suceso posiblemente motivó la declaración "Los valientes y los Cobardes".
El pronunciamiento de marras es una obra de ficción, los narradores oficialistas del cónclave se la lucieron para vertebrar una narrativa afincada en los supuestos justificativos del poder totalitario.
Jorge Fernández Era junto a Alina Bárbara López Hernández de la UNEAC
Denominan "división" a la pluralidad consustancial a los grupos humanos, no por gusto es uno de los derechos consagrados en la Declaración Universal...; atacan sin miramientos la utilización de diferentes marcos interpretativos y visiones, tildando al otro de "recodificar los símbolos", como si fuera posible instaurar de una vez y para siempre los mismos; peor aún, apuestan por encarcelar al verbo, la conceptualización, al alegar les están "robando las palabras", ¿Será que la estrechez de miras es sinónimo de estreñimiento de palabras, de argumentos plausibles?
Lo peor, utilizan la teoría conspirativa esgrimiendo que los discrepantes del dogma oficial "entregarán al país"a aún supuesto enemigo poderoso y para tal fin se "disfrazan de revolucionarios", como si en Cuba existiera una revolución, el ciclo revolucionario concluyó, según la mayoría de los analistas, con la Constitución socialista de 1976, lo otro es tratar de vivir de la "usura de la revolución.
En propiedad, el aludido enemigo puede ser y es de cartón piedra, una creación para limpiar las culpas y sacarlas fuera del país.
Esa guapería política que supone al otro como un imbécil mueve a risas, en ese marco la libertad de palabras solo puede ser usada para repetir como un papagayo el discurso oficial, si no, se le nombra agente del imperialismo, sinónimo de cobardía.
Se impone en la UNEAC reconsiderar el concepto de imperialismo, hacer un análisis taxativo de los existentes en la actualidad y analizar las diferentes políticas exteriores a ser llevadas a cabo, eso es, desde las orientadas a promover los dd hh, la libertad y la democracia hasta las de contenido autoritario, expansionista, militarista y de creación de un orden mundial autocrático.