El estado constructivo de la inmensa mayoría de los centros educacionales en Cuba deja mucho que desear.
Según un informe reciente, un número significativo de escuelas requieren reparaciones y mantenimientos, en algunas provincias solo un pequeño porcentaje de escuelas ha mejorado su estado de malo a regular.
Además, la centralización y la rigidéz administrativa dificulta las reformas que a todas luces necesita este importante sector, así como la prioridad dada a la formación ideológica sobre el desarrollo crítico y creativo han creado un entorno educativo restrictivo y limitador de las potencialidades humanas.
A lo anterior se suma que el curso escolar comenzará con un marcado déficit de docentes, limitaciones severas con los textos escolares y problemas con los uniformes.
La ministra de Educación Naima Ariatne Trujillo Barreto afirmó que para el curso 2024-25 faltan en el país unos 24 000 docentes, de escándalo.
Tradicionalmente el castrismo poseía dos vitrinas promocionales: la educación y la salud pública, actualmente las mismas han caído irremediablemente en picada.
En las imágenes: Secundaria Básica José Martí y el seminternado Lino Pérez, ambos en Camajuaní.