El colapso del sistema electro energético cubano y los molestísimos apagones son una prueba fiel que el castrismo no va a sacar el país adelante.
No se dice desde la pasión encendida de una oposición que quiere a toda costa desacreditar para ganar la contienda, la cuestión es muy racional, se puede resumir: ¡son incapaces, así de sencillo!
Escandalosamente, en este momento existen seis unidades generadoras fuera de servicio debido a averías y 58 motores de generación distribuida, no tienen combustible para operar.
La economía necesita 125 000 barriles diarios incluyendo gasolina, diésel y fueloil para generar electricidad.
Algunos de los males causantes del desastre, son los siguientes: antigüedad de las instalaciones, falta de mantenimiento planificado y adecuado, incluido las líneas de transmisión y distribución, escasez de piezas de repuesto, fuga de profesionales y operadores calificados para otras labores o del país, mala calidad del combustible...
Se estima en unos 10 000 millones de USD la inversión mínima indispensable para lograr un servicio decente, por muchas razones los jerarcas del PCC están muy lejos de acceder a esa cifra, peor aún, de administrarla adecuadamente, si por obra y gracia de la misericordia se la proporcionaran.
La solución del problema trasciende a la mala gestión económica y la inconsistencia del modelo socialista, incluso con las "reformas" actuales y previstas.
Existe una correlación entre el modelo de desarrollo y la gobernanza política implementada, en el hemisferio occidental, dada la cultura y la tradición institucional, las libertades económicas y políticas deben darse la mano, al desconocer o cerrar los ojos por conveniencia sobre ese postulado, el castrismo ha ido de fracaso en fracaso, con las consiguientes penurias a cargo del cubano de a pie.