Al fracasar la guerra irregular o guerrillas en América Latina como herramienta para llegar al poder e implementar alguna variante de socialismo, la izquierda radical ideó el método: autoritarismo electoral o autoritarismo de origen democrático.
El modelo más acabado es el chavista/madurista.
Un exponente de primer nivel de la izquierda de la región, Luis Inácio Lula Da Silva, recientemente alegó: Maduro tiene que aprender a perder unas lecciones, al manifestar éste: si perdía el sufragio habría un derramamiento de sangre o guerra civil en su país, en un contexto donde la mayoría de los sondeos apuntan a una victoria abrumadora del opositor Edmundo González.
Algunos de los pasos dados en aras de implementar la dictadura populista del Socialismo del Siglo XXI, son:
-Reforma Constitucional de 2007.
Aunque el referéndum para probar estas reformas fue rechazado, las propuestas incluían la eliminación de los límites a la reelección presidencial y el aumento del control del ejecutivo sobre otras ramas del gobierno.
-La ley Habilitante de 2010.
Le permite al gobierno poder gobernar por decreto durante 18 meses.
-Control de los medios de Comunicación.
Se cerraron los críticos al gobierno.
-Represión de la Oposición y Acoso Judicial.
Persecución y encarcelamiento de líderes opositores, así como el quebrantamiento de manifestaciones callejeras.
Al ganar la oposición las elecciones parlamentarias de 2016 con una mayoría significativa, el triunfo fue visto como un desafío al gobierno, por tal motivo el Tribunal Supremo declaró en desacato a la Asamblea Nacional.
En 2017 el gobierno convocó a una Asamblea Constituyente para asumir muchas de las funciones del legislativo.
Existen evidencias que los cuerpos de inteligencia cubanos poseen una estrecha colaboración con el régimen de Maduro, han sido crucial en su apuntalamiento.
María Corina Machado está abogando por pactar una transición, dada la ventaja en intención de votos de su bando, y con ello evitar el aludido baño de sangre por Maduro, aunque el oficialismo no se ha movido un milímetro en esa dirección.
La campaña electoral de Edmundo González ha generado expectativas de cambios reales y su enfoque en la inclusión y la negociación podría ser clave para avanzar, entre otras cosas, porque está en minoría en la Asamblea Nacional y cuenta con una Constitución a la medida de Chavismo.