En febrero de 1999 me reuní con Librado en el barrio Lawton de La Habana, en cuyo encuentro me afirmaba que “Las reformas internas con Castro (Fidel) son imposibles. Hay un solo camino: el cambio desde abajo, cuando las personas dejen de ser obedientes y a esto se sume la participación de dirigentes reformistas o pasivos frente a esta rebeldía”.
El 5 de enero de 1999 Fidel Castro había anunciado duras penas para delitos como el robo con violencia, hurto en viviendas habitadas, lavado de dinero, tráfico de personas, prostitución y proxenetismo. Para ese entonces, la oposición interna ya vislumbraba que esas medidas podrían ser utilizadas para perseguir y encarcelar a los disidentes. Pero a mediados de febrero se sanciona la Ley de Protección de la Independencia Nacional y la Economía de Cuba, tipificando nuevas conductas delictivas que apuntan claramente a silenciar a los grupos de oposición y al periodismo independiente. Estas medidas represivas de la Ley 88, conocida como “mordaza”, tuvieron como propósito inmediato aplacar la actividad opositora, y en el corto plazo impedir su presencia durante la Cumbre Iberoamericana de noviembre de 1999 en La Habana.
Librado Linares temía que dichas medidas apuntaran a “introducir a la actividad disidente en la represión”. Y no estuvo equivocado. El 18 de marzo de 2003 la dictadura cubana inició una oleada represiva que se conoció como “La primavera negra”, deteniendo a 75 opositores pacíficos -entre ellos, Librado Linares- y sentenciándolos a largas penas de prisión, luego de juicios sumarios exprés.
Linares estuvo ocho años preso y como prisionero político cubano se negó a abandonar la cárcel luego que las autoridades de la isla le ofrecieran como condición irse a España. Es uno de los ocho ex presos políticos de “La primavera negra” del 2003 que permanece en Cuba, junto a Eduardo Díaz Fleitas, Oscar Elías Biscet, Ángel Moya Acosta, Iván Hernández Carrillo, Marta Beatriz Roque Cabello, José Daniel Ferrer García y Félix Navarro. Estos últimos dos se encuentran nuevamente presos luego de las protestas del 11 y 12 de julio de 2021.
Linares es Secretario General del Movimiento Cubano Reflexión Los motivos del encarcelamiento de Librado en 2003 y de una condena a 20 años de privación de libertad, fueron las actividades pacíficas de su incipiente movimiento, destacándose la circulación de material de lectura, la organización de pequeñas reuniones y actos públicos. Estas actividades disidentes a la dictadura cubana incluían el boicot político, no asistiendo a los actos oficiales y promoviendo la abstención electoral. Un claro ejemplo el de Librado Linares de cómo el gobierno de partido único de Cuba criminaliza el ejercicio de los derechos humanos, como la libertad de expresión, reunión, asociación y participación política.
El 27 de mayo de 2023, el jurado del Premio Graciela Fernández Meijide a la defensa de los derechos humanos, integrado por Norma Morandini, Vicente Palermo y Rubén Chababo, resolvió por unanimidad, luego de evaluar las postulaciones recibidas junto a Graciela Fernández Meijide, conceder a Librado Ricardo Linares García el Premio en esta primera edición 2023 en la categoría activista.
El jurado valoró que "Por su compromiso con los valores democráticos Librado Ricardo García Linares ha sufrido arrestos y detenciones arbitrarias, interrogatorios, tratos crueles y degradantes, decomiso de objetos personales, intimidaciones a su familia, registros domiciliarios, actos de repudio, así como detenciones ilegales prolongadas" Librado Linares sea el ganador de este premio en categoría activista. El gobierno cubano le informó a Librado Linares que está en condición de "Regulado", una medida arbitraria que viola expresamente el artículo 13 de la Declaración Universal de Derechos Humanos de la ONU, por lo cual no pudo viajar a Buenos Aires para recibir la plaqueta el día 23 de agosto de 2023 durante la conferencia en el día en recuerdo de las víctimas del totalitarismo.
Este libro permitirá conocer las ideas y acciones de este gran referente democrático en Cuba, instalando además el necesario reclamo de apertura política en el país con la dictadura más longeva de América Latina.
Gabriel C. Salvia
Director General
www.cadal.org